martes, 12 de marzo de 2013

Estereotipos en los regalos


     En el siguiente post hablaremos sobre una de las costumbres que se tiene en España a la hora de hacer regalos a nuestros niños/as o a nuestra pareja a partir de los estereotipos marcados por  la publicidad. Esta costumbre  ha provocado la creación de un estereotipo para cada género y cuyos responsables son los propios padres y en especial los medios de comunicación. Pero este no es sólo un estereotipo de los españoles, ya que sucede en muchos lugares del mundo, por lo que es un estereotipo a nivel mundial.
     A lo largo de los años se han creado estereotipos de género que permiten diferenciar a la mujer del hombre. La mujer es débil, sensible, bonita, trabajadora, delicada, dependiente del hombre y que pasa la mayor parte del tiempo en casa, realizando las tareas propias de una ama de casa. El hombre es todo lo contrario, fuerte, insensible y que no realiza el trabajo de casa. Estas dos caracterizaciones de estereotipos se mantuvieron durante muchos años gracias, en especial, a los medios de comunicación que los reforzaban. Es típico ver en los anuncios de casa a la mujer haciendo siempre las labores de ésta, las mujeres más guapas en los anuncios de artículos de belleza o incluso a una mujer casi desnuda para vender un helado; por otro lado, el hombre aparece en los anuncios de coches como si fueran ellos los sabios de la conducción, mientras que la mujer solo aparece en estos anuncios cuando se trata de sobresaltar un extra del coche que facilita su manejo; ¿acaso son ellas peores conductoras?






     Sea como sea, está claro que los españoles nos dejamos llevar por los anuncios y de esta manera es difícil cambiarlos. El ejemplo más claro y que queríamos sobresaltar en esta entrada, es la compra de regalos a nuestros niños/as o nuestra pareja. Somos nosotros mismos los que nos dejamos influir y mantenemos  los estereotipos publicitarios. Si es una niña a la que le tengo que regalar, pues una muñeca o un kit de maquillaje, si es un niño, un balón o un escalextric. Está claro que los anuncios no nos ayudan, pero son los propios padres en ocasiones los culpables. Frases como “mi hijo no juega con muñecas” o “ese deporte es para niños” son muy comunes entre ellos, y posiblemente serán heredados por sus hijos, ayudando a mantener por tanto estos estereotipos.
     En los últimos años se puede hablar de una evolución en la publicidad, pero quizás esta evolución ha provocado aún mayores problemas. Ahora la mujer ya se encarga de todo (puede trabajar fuera de casa tranquila porque al llegar a casa tendrá un robot que le tendrá la comida hecha. Su marido estará sentado en el sofá mientras ella se encarga de colocar la mesa). La evolución de los estereotipos de la mujer y el hombre en nuestra sociedad alcanza rangos insospechados, pero ninguno de los extremos que nos marca es el adecuado. 










No hay comentarios:

Publicar un comentario